Cuando abrir la boca se convierte en un desafío
El trismus dental es una condición que limita la apertura de la boca, dificultando acciones tan simples como hablar, comer o cepillarse los dientes. Aunque en la mayoría de los casos es temporal, puede ser muy incómodo e incluso doloroso.
Entender sus causas, reconocer los síntomas y conocer las opciones de tratamiento —incluidos algunos ejercicios rápidos— es fundamental para aliviar el malestar y evitar complicaciones.
¿Qué es el trismus dental?
El término “trismus” se refiere a la reducción de la capacidad para abrir la boca debido a una rigidez o contracción de los músculos masticatorios. Normalmente, una persona puede abrir la boca entre 35 y 45 milímetros, lo suficiente para introducir entre dos y tres dedos verticales.
En el caso del trismus dental, esa apertura puede reducirse a menos de 20 o 25 milímetros, lo que genera dolor, rigidez y dificultad funcional. Aunque puede parecer un problema menor, su origen puede estar relacionado con procedimientos dentales, infecciones o incluso con alteraciones musculares o articulares.
Causas más frecuentes del trismus dental
El trismus puede tener distintas causas, y su identificación es clave para aplicar el tratamiento correcto. Las más comunes son las siguientes:
1. Extracción de muelas del juicio
Una de las causas más frecuentes es el trismus dental por muela del juicio. Durante o después de la extracción, los músculos y tejidos cercanos pueden inflamarse debido a la manipulación quirúrgica o al proceso inflamatorio posterior. En la mayoría de los casos, esta rigidez desaparece en unos pocos días con el tratamiento adecuado.
2. Inyección de anestesia local
El trismus dental por anestesia puede ocurrir cuando la aguja utilizada en la anestesia infiltrativa o troncular irrita los músculos pterigoideos o el tejido circundante. Esta situación provoca una contractura muscular reflejo que impide abrir la boca con normalidad durante algunos días.
3. Infecciones o abscesos
Las infecciones dentales, especialmente en la zona posterior de la mandíbula, pueden inflamar los músculos masticatorios y generar trismus. También puede presentarse como complicación de una alveolitis tras una extracción dental.
4. Traumatismos o golpes
Los golpes en la mandíbula o en la zona de la articulación temporomandibular pueden causar inflamación o espasmo muscular que limita la apertura bucal.
5. Trastornos articulares o musculares
Problemas en la articulación temporomandibular (ATM), como el desplazamiento del disco articular o el bruxismo severo, también pueden generar episodios de trismus.
6. Complicaciones médicas o neurológicas
En casos más raros, el trismus puede estar relacionado con el tétanos, lesiones neuromusculares o incluso con algunos tratamientos oncológicos que afectan los músculos de la mandíbula.
Síntomas del trismus dental

El síntoma principal es la limitación para abrir la boca, pero puede ir acompañado de otras molestias, como:
- Dolor o rigidez en la mandíbula.
- Espasmos musculares al intentar abrir o cerrar la boca.
- Dificultad para masticar, hablar o cepillarse los dientes.
- Sensación de tensión en el cuello o la mejilla.
- Dolor irradiado al oído o la cabeza.
Cuando el trismus se asocia a infección, también pueden aparecer fiebre, inflamación facial o dolor intenso al tragar, signos que requieren atención odontológica urgente.
Diagnóstico del trismus
El diagnóstico lo realiza el odontólogo o cirujano maxilofacial mediante una evaluación clínica que incluye la medición de la apertura bucal y la palpación de los músculos afectados. En algunos casos se solicitan radiografías o resonancias magnéticas para descartar causas articulares o infecciosas.
Determinar el origen exacto es esencial para planificar el tratamiento más adecuado y evitar que el problema se cronifique.
Trismus dental: tratamiento
El trismus dental tratamiento varía según la causa, pero en general combina medidas farmacológicas, fisioterapéuticas y, en algunos casos, quirúrgicas.
Tratamiento médico y odontológico
- Antiinflamatorios y analgésicos: reducen la inflamación y alivian el dolor.
- Antibióticos: si existe infección asociada, como abscesos o alveolitis.
- Aplicación de calor local: mejora la circulación y ayuda a relajar los músculos.
- Dieta blanda: facilita la alimentación sin esfuerzo mandibular.
- Reposo funcional: evitar masticar alimentos duros o abrir la boca en exceso.
En los casos de trismus dental por anestesia o extracción, el reposo y la medicación suelen ser suficientes para que la movilidad se recupere en pocos días.
Tratamientos complementarios
Cuando la causa es muscular o articular, puede ser útil recurrir a:
- Fisioterapia y masajes mandibulares.
- Terapias con ultrasonidos o láser.
- Técnicas de relajación muscular.
- Ejercicios de movilidad mandibular, que ayudan a recuperar la apertura normal.
En situaciones más graves o persistentes, el especialista puede recomendar la aplicación de infiltraciones musculares o incluso una pequeña cirugía para liberar adherencias o tratar patologías articulares.
Ejercicios para aliviar el trismus dental
Los trismus dental ejercicios son una parte importante del tratamiento, especialmente cuando la causa es inflamatoria o muscular. Ayudan a mantener la movilidad, mejorar la elasticidad y reducir la rigidez.
Aquí algunos ejercicios sencillos que pueden realizarse en casa (siempre con la autorización del odontólogo):
- Apertura progresiva controlada:
Abre la boca lentamente hasta donde no haya dolor, mantén la posición durante 5 segundos y relaja. Repite de 5 a 10 veces, varias veces al día. - Ejercicio de resistencia con los dedos:
Coloca los dedos índice y pulgar entre los dientes delanteros y aplica una ligera presión hacia la apertura. Mantén unos segundos y relaja. - Movimientos laterales suaves:
Con la boca entreabierta, desplaza la mandíbula lentamente hacia un lado y luego hacia el otro. Esto ayuda a relajar los músculos maseteros y pterigoideos. - Masaje mandibular:
Con las yemas de los dedos, masajea en movimientos circulares la zona de las mejillas y la parte lateral de la mandíbula durante un par de minutos.
Estos ejercicios deben realizarse de forma suave y constante, sin forzar. Si el dolor aumenta, es necesario detenerlos y consultar de nuevo con el especialista.
Cuánto dura el trismus dental
En la mayoría de los casos, el trismus dental se resuelve en un plazo de una a dos semanas. Si se trata de un cuadro leve asociado a una extracción o a la anestesia, puede mejorar incluso en pocos días.
Sin embargo, cuando el trismus se debe a infecciones profundas o a alteraciones de la ATM, la recuperación puede tardar más tiempo y requerir tratamiento fisioterapéutico prolongado.
Prevención: cómo evitar el trismus dental
Aunque no siempre es posible prevenirlo por completo, hay medidas que ayudan a reducir el riesgo:
- Acudir a un profesional cualificado para la extracción de muelas del juicio.
- Evitar movimientos bruscos o forzar la apertura durante los tratamientos dentales.
- Mantener una buena higiene bucal para prevenir infecciones.
- Tratar de forma temprana cualquier molestia mandibular o articular.
- Practicar ejercicios de relajación si se sufre bruxismo o tensión muscular.
La atención preventiva y las revisiones odontológicas periódicas son la mejor forma de detectar a tiempo posibles causas de trismus y evitar complicaciones mayores.
El trismus dental puede parecer una molestia menor, pero cuando impide comer, hablar o incluso sonreír con naturalidad, se convierte en un problema que afecta la calidad de vida. La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, su evolución es favorable con el tratamiento adecuado y algunos ejercicios sencillos.
Si notas rigidez o dificultad para abrir la boca tras una extracción, anestesia o tratamiento dental, no esperes a que el dolor empeore. En Dental Company, nuestros especialistas valorarán tu caso para identificar la causa y aplicar el trismus dental tratamiento más eficaz.
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